La corona de porcelana es una funda protectora hecha de materiales como porcelana, metal o acrílico. Se utilizan para cubrir dientes dañados, debilitados o descoloridos, restaurando su forma, función y estética.
Después de colocar una corona dental, es importante evitar alimentos duros o pegajosos, practicar una buena higiene bucal con cepillado y uso de hilo dental, además evitar morder objetos duros y visitar regularmente al dentista para revisiones y limpiezas.
Sí, las coronas dentales pueden mejorar significativamente la estética dental al cubrir dientes descoloridos, malformados o con grandes empastes. Además los materiales modernos permiten que las coronas se adapten naturalmente al color y la forma de los dientes vecinos.
Los riesgos asociados con las coronas dentales incluyen sensibilidad dental, irritación de las encías, posibles daños a los dientes naturales durante el proceso de preparación, así como la posibilidad de que la corona se suelte o se desprenda con el tiempo.
Para colocar una corona dental, primero se prepara el diente natural tallándolo correctamente. Luego, se toma una impresión para fabricar la corona personalizada. El procedimiento generalmente demora dos visitas y puede durar de una a dos horas cada vez
La duración de una corona dental depende de varios factores, incluida la calidad del material utilizado y los hábitos de cuidado bucal del paciente. En general, las coronas bien mantenidas pueden durar entre 5 y 15 años.